“La educación que requerimos, desde el punto de vista de la Reproducción y Resistencia”

Mtro. Miguel Ángel García Pérez

Julio de 2016

            La educación pretende ser un instrumento de cambio, resulta innegable su papel en el rumbo del país, toda vez que prepara a quienes se harán cargo de los espacios ocupados hoy por los adultos. Son los nuevos individuos quienes definirán el futuro de México, pero para que ello resulte benéfico se precisa de competencias para la vida y es en este sentido, la educación, la herramienta para hacerlo dentro de un marco apropiado.

            La educación surgió como una necesidad para afrontar los desafíos y retos traídos por los siglos así como los vertiginosos avances que los han secundado; sobre todo, a partir del siglo XIX, por ello, en nuestro país, hoy se requiere un sistema educativo que dé respuesta a las exigencias de la sociedad, se precisa de un sujeto capaz de hacer frente a los cambios y a las demandas socio-económico-culturales que se están dando.

            Surge en este sentido una demanda social de formación, un individuo capaz de insertarse en la maquinaria social con capacidad de ser productivo y rendir un beneficio al país, el cual se rige bajo modelos económicos, sociales y culturales ya construidos. Por ende, se precisa de un individuo con juicio crítico y pensamiento creativo, para innovar, romper esquemas sociales que nos permitan evolucionar como sociedad.

            En este plano, si la demanda es social, pretenderá a través de la educación mantener su estructura, mediante los Planes y Programas de estudio que enmarcan el ideal de ciudadano que desea formarse, es la forma en que la sociedad espera ser reproducida y proyectada hacia un mundo globalizado. De esta manera, el sujeto formado se adapte y desenvuelva en ella, aunque ante tal afirmación hay que considerar el papel que el gobierno tiene en la toma de decisiones con respecto al contenido que ha de enseñarse en las escuelas, en coherencia con las necesidades productivas del país y el ideal de sociedad que concibe.

            Por lo anteriormente dicho, la educación se convierte en un agente cultural, lo cual no sólo implica la transmisión de pautas sociales, sino el impulso a la creatividad y la innovación, con el fin de buscar el progreso del país. Todo lo cual, se logra en la medida que seamos capaces de comprender los engranes que mueven los motores del mundo.

Vale la pena mencionar que nuevos tiempos, requieren nuevos cambios, por ello, ante una sociedad en constante cambio, la escuela como el espacio donde se crean y forjan las condiciones para el desarrollo del ser humano debe ir a la vanguardia, manteniendo una misión y una visión en pro de una sociedad con apego al respeto de los derechos humanos, justa y productiva. Luego entonces, todo agente educativo se convierte en un transmisor de ideales que pueden y deben ser moldeados constantemente.

Quiero decir que requerimos una educación, no para la sociedad existente, sino para una sociedad que aún no existe, una sociedad donde impere la justicia y la equidad, en la cual las brechas entre grupos sociales se acorte, donde seamos capaces de cuestionar las políticas establecidas por el gobierno en lugar de aceptar y adaptarnos como ciudadanos pasivos sin voz. Ello implica una resistencia a esquemas sociales que someten a la sociedad a cánones que acrecientan la desigualdad, para motivar los esfuerzos educativos hacia un sistema social justo y lo más cercano al ideal de equidad.

            En resumidas cuentas, abogo por una educación que a sabiendas de la sociedad en la que se encuentra inmersa, tenga la capacidad para cuestionar críticamente cada una de las esferas sociales, con el fin de reproducir aquello que aporta beneficios colectivos, y oponerse a los que se traducen en cuestiones de injusticia y desigualdad. Es decir, ambas teorías sociológicas dan lugar a una visión de escuela liberadora y pensadora, cuna de la reflexión, abogada de la igualdad y la justicia.