En definitiva podemos decir que somos producto de esta historia educativa, en el sentido de que ya se manejaban los pilares filosóficos, como la laicidad y obligatoriedad, que actualmente, junto con la gratuidad nos marcan las pautas que orientan nuestro quehacer pedagógico. Por otro, lado destaca que los normalistas siempre han tenido un "alma" revolucionaria que se opone a los regímenes que están en contra de los intereses del pueblo mexicano, y es por ello que parte de la misión del docente es responder a las necesidades del pueblo.
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